domingo, 17 de febrero de 2008

Linfocitopenia

La linfocitopenia es una cantidad anormalmente baja de linfocitos (menos de 1 500 células por microlitro de sangre en el adulto o menos de 3 000 células por microlitro en el niño).

Normalmente, los linfocitos constituyen del 15 al 40 por ciento de los glóbulos blancos que se encuentran en la sangre. Los linfocitos constituyen la base del sistema inmunitario, protegen al organismo de la infección vírica, ayudan a otras células a proteger al cuerpo de infecciones bacterianas y fúngicas, se convierten en células que producen anticuerpos (células plasmáticas), luchan contra el cáncer y facilitan la coordinación de las actividades de otras células del sistema inmunitario.


Distintas enfermedades y trastornos pueden causar linfocitopenia. La cantidad de linfocitos puede disminuir durante un breve período a causa de un estrés agudo y debido a tratamientos que incluyan corticosteroides, como la prednisona, quimioterapia para el cáncer y radioterapia.

Los sujetos con cifras bajas de linfocitos T habitualmente presentan linfocitopenia más acusada y con efectos más severos que los que presentan cantidades bajas de linfocitos B, aunque de todos modos cualquier deficiencia puede ser mortal.

Síntomas y diagnóstico

Como los linfocitos constituyen una proporción relativamente pequeña de glóbulos blancos, una reducción en su número no conduce a una disminución significativa del número total de glóbulos blancos. La propia linfocitopenia puede ser asintomática y habitualmente se detecta en un análisis de sangre completo realizado para diagnosticar otras enfermedades. La reducción drástica de linfocitos ocasiona una tendencia a desarrollar infecciones causadas por virus, hongos y parásitos.

Con la tecnología actual de los laboratorios, es posible detectar los cambios cuantitativos de tipos específicos de linfocitos. Por ejemplo, las disminuciones de linfocitos T (conocidos como células T4) constituyen un parámetro de medición de la progresión del SIDA.

Tratamiento

El tratamiento depende principalmente de la causa. La linfocitopenia por el uso de fármacos suele normalizarse en pocos días tras la interrupción del mismo. Cuando la causa es el SIDA, se puede aumentar, hasta cierto punto, el número de linfocitos con ciertos medicamentos como el AZT (zidovudina), el ddI (didanosina) y otros de desarrollo más reciente, que pueden incrementar la cantidad de células T colaboradoras. Cuando la linfocitopenia es producto del déficit de linfocitos B, la concentración de anticuerpos en la sangre puede descender hasta valores anormales. En estos casos, la gammaglobulina (sustancia rica en anticuerpos) contribuye a prevenir las infecciones. Si se manifiesta una infección, se administran antibióticos específicos, antifúngicos o antivíricos para atacar la infección.

REFERENCIAS
Manual Merck de infromación médica para el hogar. Trastornos de los glóbulos blancos http://www.msd.es/publicaciones/mmerck_hogar/seccion_14/seccion_14_156.html 2005

2005

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